domingo, 2 de agosto de 2009

Grafopatología. La expresión de salud y enfermedad en la escritura.

Área Grafopatología
¿Cuál es el punto de partida en un análisis grafológico?
¿Cuáles son los signos de salud y enfermedad en los escritos?
Por Roxana E. Bidoglio


Al evaluar un escrito se impone ante todo poder determinar si éste es apto para ser analizado pura y exclusivamente desde la óptica psicológica, ya que, cuando la persona analizada presenta anomalías en su salud, se observarán alteraciones gráficas que, de no poseer los conocimientos necesarios, pueden confundir y hasta desviar nuestros análisis, haciendo que nuestros resultados sean completamente erróneos, descalificando nuestra tarea de grafólogos y perjudicando enormemente al analizado.

Es preciso aclarar, que toda afección, tanto orgánica como psicológica, puede estar constituida por una multiplicidad de factores causales que hacen al desarrollo de cada patología, ya que "no existen enfermedades sino enfermos" y cada caso puede presentar innumerables manifestaciones compuestas por causas endógenas y/ o exógenas, que pueden estar combinadas o no entre sí, dando origen a cada patología, siendo parte de la misma. Es así, que en toda enfermedad física podemos hallar un perfil psicológico que muy posiblemente acompañe el desarrollo de la patología y será un importante soporte de análisis para evaluar las posibles causas del desarrollo de la afección. También, desde la óptica psicoanalítica de la manifestación gráfica, podemos encontrar anomalías de tipo psicopatológicas, y en este sentido mencionar, que muy posiblemente acompañe este estado, un estado de salud alterado (físico- químico- fisiológico), causales éstas, que detectadas con conocimiento, nos llevarán a un resultado más certero, no olvidando, aún así, que en lo que hace al análisis de la manifestación gráfica, siempre estaremos hablando de tendencias y también recordar, que un grafólogo tiene incumbencias y limitaciones que no debe transgredir. De este modo lograremos dos objetivos: ayuda al analizado y responsabilidad del otro.

Esta responsabilidad incluye también conocer los estatutos de ética y deontología profesional de la grafología, no desconociendo, entre otras cosas, que un grafólogo no puede diagnosticar enfermedades, sí puede detectar anomalías gráficas, signos de alarma, compatibles con estados morbosos de salud, y hacer una sugerencia de derivación con el profesional indicado. Estos conjuntos de signos o señales gráficas se denominan en Grafopatología: Conjunto de signos prodrómicos; que son un conjunto de signos gráficos o síntomas, que se reflejan en los escritos y ponen de manifiesto que la persona posee una determinada enfermedad o que ésta tiene una pronta instauración. Para cada tipo de patología, existe un conjunto de signos prodrómicos que le son característicos a ella. El análisis grafopatológico de cada escrito que analicemos, toma un valor importantísimo porque nos aporta datos y nos orienta sobre el tipo de afección que la persona puede tener; constituyéndose la Grafología en una valiosa herramienta de prevención.

Por supuesto que cada patología, posee un marco teórico que no debemos desconocer, sin este conocimiento, es casi imposible ser lo más precisos posible en lo detectado, sin duda esto requiere de una formación muy completa y una intención de trabajo que siempre incluya el altruismo en nuestra profesión, desplazando el ego y la competencia, asumiendo nuestras limitaciones profesionales y humanas, fomentando una tarea de construcción y cooperación entre colegas que incluya un trabajo interdisciplinario si así fuere necesario.

Es preciso ser muy claros en esto, principalmente desde la toma de conciencia de cada uno de nosotros, no creernos omnipotentes y tener la suficiente humildad, como para poder asumir y/ o reconocer una limitación profesional y actuar en consecuencia, consultando con nuestros colegas y/o con profesionales de otras áreas científicas, si así fuera necesario.

No es pecado consultar al otro, ni nos hace menos profesionales, sino todo lo contrario, nos hace grandes, grandes seres humanos, grandes profesionales, ricos en humanidad, conocimiento y amor. En definitiva, al elegir una carrera humanística queda expuesto en primer término el móvil que nos ha motivado a elegirla, que hace que tengamos muy presente nuestro primer objetivo: la ayuda a los otros. Y para lograrlo se requiere fundamentalmente, estar siempre a la altura de las circunstancias.

Entonces, ¿cuales son los puntos iniciales de análisis en un escrito?
Estos son, poder determinar en primer término si se trata de una escritura sana o enferma; para eso, a continuación, daremos algunas referencias gráficas de escrituras sanas y enfermas.


Este artículo es solo a título orientativo, por lo tanto es incompleto en cuanto a contenidos teóricos. Para poder trabajar seria y profesionalmente, es preciso profundizar en los conocimientos de la cátedra de Grafopatología.



Escritura normal o sana:

- Ambiente gráfico positivo. Buen nivel de forma.

- Por el nivel de forma reparamos en el comportamiento social con el medio, en los mecanismos defensivos, la modalidad conductual, reflejando asimismo la estructura de la personalidad.

- La salud y el bienestar aumentan los movimientos circulares, logrando movimientos y desplazamientos armónicos.

- Evidencia gestalt conservada.

- No existe dificultad al realizar las curvas, los movimientos son progresivos, sin perturbaciones en la onda gráfica.

- Consideraremos el orden, la armonía, la velocidad, la dirección, la presión y la continuidad. Rapidez o lentitud de los movimientos (desplazamientos), su regularidad y proporción deben ser constantes, sin interrupciones guardando un buen ritmo en la ejecución de los trazos gráficos.

- Los movimientos se presentan fluídos sin perturbaciones ni inhibiciones gráficas.

- Se observará una velocidad media, sin ligereza excesiva, ni lentitud extrema.

- Escritura en progresión, movimientos que se dirigen hacia la derecha sin que esto demande un gran esfuerzo.

- Escritura nítida, legible, clara, buena distancia entre palabras, líneas y letras, sin choques de planos.

- Buena presión, en este punto aclararemos que las enfermedades orgánicas presentan más alteraciones en la presión gráfica y morfología que las patologías psicológicas que presentan más alteraciones de cohesión, dimensión, orientación espacial, morfología (forma, alteraciones de la gestalt), conjuntamente.

- Coherencia en el recorrido de la onda gráfica.

- Buena coloración (relieve), si se observa un color intenso y normalmente visible reflejará un buen estado de salud.

- Profundidad normal.

- Tensión mediana, firme.

- Calibre que supere 1/3 de mm sin superar ¾ de mm.


Signos de enfermedad en la escritura:

- La enfermedad acorta los movimientos, los endurece,los hace más rígidos, haciendo que estos sean mas angulosos y comprimidos; observaremos envejecimiento gráfico, prematuro en los casos de personas jóvenes y en casos extremos grandes perturbaciones en el orden, la distribución espacial, y la presión gráfica. Debemos recordar siempre que toda enfermedad conlleva una determinada desorganización según la causa, el estado y el período en el que ésta se encuentre, pudiendo ser prematuro, intermedio o avanzado; por lo que la magnitud de la alteración gráfica, será relativa a ello.

Deberemos observar minuciosamente toda alteración en la presión gráfica y en el orden, esto es; orden en general, proporción de los trazos, así como el trato dado a los espaciamientos: distribución entre líneas, palabras, letras, márgenes, cohesión, etc.

- Falta de armonía

- Perturbaciones en la onda gráfica.

- Evidencia gestalt alterada.

- Alteración en la disposición del texto.

- Grafismo desordenado, superposición de líneas o de trazos.

- Distribución arrítmica, espaciamiento irregular.

- Escritura confusa, desorganizada en su distribución, choques de plano.

- Trazos invasores o enmarañados (falta de claridad mental, obnubilación- imprecisión de ideas o pensamientos- personalidad invasora- obsesiva).

- Desorden, confusión, dispersión, falta de regularidad en la continuidad gráfica.

- Márgenes retraídos o muy desordenados.

- Torsiones

- Temblores

- Deformaciones

- Sacudidas, agitaciones.

- Reenganches

- Fragmentaciones

- Roturas

- Brisados

- Facetamientos

- Pastosidades, empastamientos.

- Congestiones.

- Cegado por congestión, cegado por inhibición del impulso.

- Trazos quebrados, rotos

- Perturbaciones de presión

- Envejecimiento gráfico

- Relieve desigual, bajo relieve, diferencias de coloración, empalidecimientos.

- Afinamientos

- Afinamiento y engrosamiento de calibre en un mismo escrito.

- Tensión floja, blanda, muy tensa, desigual.
*(Los depresores y ansiolíticos pueden bajar la tensión grafica).

- Trazos masivos

- Retoques, suciedades, emborronamientos.

- Omisión de letras

- Repetición de palabras, de letras.

- Trazos inhibidos, inhibiciones en general.

- Apoyos

- Excesivos, subrayados, rasgos de exclamación y/o de interrogación

- Perturbaciones de velocidad. Diferencias de velocidad.

- Dimensión: tamaño fluctuante, micrografías y macrografías. Diferencias notables en el tamaño y las proporciones.

- Puntuación innecesaria.

- Corte inmaterial, soldaduras, cortes patológicos.

- Dificultades en el desplazamiento lineal, líneas que ascienden y descienden, líneas con desplazamiento incoherente, desordenado, confuso.


Espero que hayas disfrutado este material, a lo largo de cada publicación iremos ampliando este tema y otros.
Hasta la próxima entrega, buena vida!

Diseño de apunte y compaginación:
Roxana E. Bidoglio- Perito Grafóloga-


Bibliografía:

- Pedro J. Foglia. Signos de enfermedad en la escritura. Ediciones La Rocca.
- Alberto Posada Angel. Grafología y Grafopatología. Paraninfo.
- Matilde Ras. Lo que sabemos de Grafopatología. Gregorio del Toro Editor.
- Apuntes de cátedra; Grafo II y Grafo III. Prof. Roxana E. Bidoglio.

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